Murcia

Quiero proclamar mi profundo rechazo (nunca condena) al pueblo murciano y sus gentes de ambos lados de la sierra, esto es, Hellín incluido. Odio la ribera del segura, sus huertas y sus hortalizas, al igual que a sus hortelanos.

No aguanto, tampoco, sus equipos de fútbol, sus planes hidrológicos y sus putas (con perdón) tierras de secano en las que plantan regadío. Vomito en sus minas flamencas, y en su subdesarrollo endémico, del que están saliendo gracias a las migraciones que purifican una tierra bañada con sangre mediocre.

No me gusta el Ploaris World ni el especial de TVE Murcia que hermosa eres. Me dan nauseas todas las asquerosas propagandas murcianas y el agua para todos, agua para ahogarles es lo que había que mandar a los muy necios. Es repulsiva su pasión por revivir acontecimientos pasados absurdos entre Catagineses (semitas de mierda) y romanos... y encima defienden a los vagos cartagineses. También entre putos moros y cristianos... aghhh.

Murcia

Odio a Camacho y al camachismo internacional, y a la obra de Paco Rabal y su hija Teresa, y a todo murciano mal nacido que en esa provincia Africana (Murcia y Albacete) han parido.
Pero por encima de todo, me da asco Murcia y su Región y su asquerosa bandera granante, por que es la tierra del pimiento, la pimienta y el pimentón; la tierra donde sus paisanos se autoproclaman pimentoneros; la tierra, en definitiva, del envenenamiento mortal de las personas... ojalá cultivaran cicuta y se la diesen a los murcianos recentales para que se extinga su raza de la faz de la tierra.

Pero como odiar es malo, después de haberme desquitado con ese pueblo de mangantes, chupópteros y demás carroña infrahumana, ahora y aquí, perdono a todos los murcianos por sus felonías y maquiavélicas actuaciones inspiradas en belcebú, y les ofrezco mi ayuda para salir de su fangosa situación de amoralidad. Así que le ofrezco mi amor a todas las murcianas que no estén gordas y sé que el resto de HFC le ofrecerá su amor al resto del pueblo murciano.