En una época en la que vivimos en la que empiezan a ser frecuentes las declaraciones de altos mandos de los tres ejércitos, advirtiendo a las autoridades civiles de que no están de acuerdo con las políticas que llevan o pretenden llevar a cabo, todavía me producen una gran sonrisa declaraciones de algunos miembros de esta lista que hablan de un simple orgullo por ser español.
Cómo dijo un miembro de esta lista, que seguramente así mismo no se calificará como nacionalista, los militares están haciendo una gran labor recordándonos que España se rompe para que esa gran y desoladora desgracia (antes muerto yo que España) mantenga su unidad, ya que es un bien en sí misma.
Tras la perplejidad que producen declaraciones de tal calado, no me queda más que aplicar la teoría maoista del cuanto peor mejor, y el confiar que si los militares y los nacionalistas españoles, que niegan serlo por amor a España*, se ponen nerviosos, es porque algo bueno ocurre, y quizá estemos más cerca de acabar con esta mentira que es España, escusa para que cuatro pelagatos vivan a costa de los ciudadanos que se esfuerzan apelando a la solidaridad nacional (si alguien no sabe que significa eso que acuda a Main Kampf o a los escritos de Mussolini o Primo de Ribera, grandes expertos en el tema).
Bueno, al fin y al cabo, yo creo que esto no es más que propaganda nacionalista sin sentido y que realmente no tienen narices de coger las armas. Llevan 20 años dejándose matar por España y saben que la martirización del nacionalista es la máxima garantía de la unidad y la conservación de la nación, y no van a romper esa fuente de apoyos convirtiéndose ellos mismos en verdugos. Hubo un momento a principios de los ochenta en que sí que pareció que no podrían resistir las vejaciones, pero algo pactaron con alguien, llámenle señor X o como quieran, que les apaciguó y les reconfortó. Al fin y al cabo ¿qué más orgullo tiene un militar profesional que el morir por su patria y que sea condecorado póstumamente por ello? A lo largo de la historia siempre se han dado estos sacrificios rituales. Recordemos que una de las insignias del régimen Nazi era la bandera manchada de sangre por los militantes del partido que murieron víctimas de la policía durante el golpe de estado del "punch" de Múnich.
Y es que detrás de todas estas declaraciones está el respaldo del trabajo bien hecho. De la sacralización de un ejército denostado durante muchos años, y del desconocimiento de gran parte de la sociedad que ya no sabemos como funciona ese estamento que, aunque sin fuerza legal, ha mantenido latente sus aspiraciones de poder. Porque la profesionalización de las fuerzas armadas ha separado más el ejército de la sociedad civil y lo ha fortalecido, porque ya sí que son un grupo unido, un sector económico, un grupo de presión: Una forma de vida que necesita cariño y atención. ¿o alguien cree que Aznar iba a haber mandado soldados de remplazo a Iraq? No. Se atrevió a mandar tropas porque éstas eran profesionales.
En fin, que parece que estamos en 1906...
* Los que aman a España, los nacionalistas pretenden matar a España. Son ellos los que dicen que no existe el nacionalismo español. Los que hablan del Estado Español, los que dicen que sólo hay orgullo porque en el fondo lo que quieren es que nadie se meta con España. Sería una eutanasia del ser querido, de España. Los amantes de España son los primeros en matarla, con una muerte dulce e indolora para que no sea violada ni vejada por la antiespaña.
Cómo dijo un miembro de esta lista, que seguramente así mismo no se calificará como nacionalista, los militares están haciendo una gran labor recordándonos que España se rompe para que esa gran y desoladora desgracia (antes muerto yo que España) mantenga su unidad, ya que es un bien en sí misma.
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| Imagen: El Mundo |
Tras la perplejidad que producen declaraciones de tal calado, no me queda más que aplicar la teoría maoista del cuanto peor mejor, y el confiar que si los militares y los nacionalistas españoles, que niegan serlo por amor a España*, se ponen nerviosos, es porque algo bueno ocurre, y quizá estemos más cerca de acabar con esta mentira que es España, escusa para que cuatro pelagatos vivan a costa de los ciudadanos que se esfuerzan apelando a la solidaridad nacional (si alguien no sabe que significa eso que acuda a Main Kampf o a los escritos de Mussolini o Primo de Ribera, grandes expertos en el tema).
Bueno, al fin y al cabo, yo creo que esto no es más que propaganda nacionalista sin sentido y que realmente no tienen narices de coger las armas. Llevan 20 años dejándose matar por España y saben que la martirización del nacionalista es la máxima garantía de la unidad y la conservación de la nación, y no van a romper esa fuente de apoyos convirtiéndose ellos mismos en verdugos. Hubo un momento a principios de los ochenta en que sí que pareció que no podrían resistir las vejaciones, pero algo pactaron con alguien, llámenle señor X o como quieran, que les apaciguó y les reconfortó. Al fin y al cabo ¿qué más orgullo tiene un militar profesional que el morir por su patria y que sea condecorado póstumamente por ello? A lo largo de la historia siempre se han dado estos sacrificios rituales. Recordemos que una de las insignias del régimen Nazi era la bandera manchada de sangre por los militantes del partido que murieron víctimas de la policía durante el golpe de estado del "punch" de Múnich.
Y es que detrás de todas estas declaraciones está el respaldo del trabajo bien hecho. De la sacralización de un ejército denostado durante muchos años, y del desconocimiento de gran parte de la sociedad que ya no sabemos como funciona ese estamento que, aunque sin fuerza legal, ha mantenido latente sus aspiraciones de poder. Porque la profesionalización de las fuerzas armadas ha separado más el ejército de la sociedad civil y lo ha fortalecido, porque ya sí que son un grupo unido, un sector económico, un grupo de presión: Una forma de vida que necesita cariño y atención. ¿o alguien cree que Aznar iba a haber mandado soldados de remplazo a Iraq? No. Se atrevió a mandar tropas porque éstas eran profesionales.
En fin, que parece que estamos en 1906...
* Los que aman a España, los nacionalistas pretenden matar a España. Son ellos los que dicen que no existe el nacionalismo español. Los que hablan del Estado Español, los que dicen que sólo hay orgullo porque en el fondo lo que quieren es que nadie se meta con España. Sería una eutanasia del ser querido, de España. Los amantes de España son los primeros en matarla, con una muerte dulce e indolora para que no sea violada ni vejada por la antiespaña.
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