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| La Pelota que se va |
Querido amigo:
Bien, este es un tema bastante peliagudo. Creo que el sexo es lo que és, es decir, algo bonito, uno de los grandes placeres de la vida que hay que disfrutar correctamente. Sin embargo, no me parece bien el uso que de él se hace en el mundo de la publicidad. Se aprovechan de nuestro deseo sexual para vendernos productos que nada tienen que ver, lo cual me parece absurdo, puesto que si yo quiero un coche no voy a creer que es mejor porque salga un pivón sobando su húmedo papito sobre el capó. Vamos, creo que cualquier persona medianamente inteligente se da cuenta de eso.
También es verdad de que a lo mejor no es por ahí por donde quieren tirar los publicistas, si no que lo que buscan es llamarnos la atención para que nos fijemos en el anuncio de forma que inconscientemente nos quede almacenado en la memoria el producto, cosa que no pasaría si no apareciese un pivón, simplemente no lo haríamos ni caso. Desde luego hay que reconocer que es una manera efectiva de publicitar algo, o si no estoy seguro de que te ibas a acordar ahora tu del desodorante Fá (que por cierto me atrevo a afirmar que fue el primero anuncio que se atrevió a enseñar un par de tetas en televisión).
Llegados a este punto, tengo que añadir una cosa muy importante. No me parece mal utilizar el reclamo del deseo sexual para que algo se nos quede grabado en la memoria. Sin embargo, hemos llegado a un punto en el que se ha abusado de él, y nos han metido en la cabeza a la mayoría de los españññoles un prototipo de mujer que está buena irreal, es decir, imposible de alcanzar. Esto puede dañar muy seriamente la autoestima de las personas, que por no conseguir una mujer así se sienten frustrados, y en su vida llegarán a alcanzar la felicidad al lado de una mujer, porque no estarán satisfechos. Como bien decíamos mi amigo Juan y yo cuando veíamos aquel anuncio de ropa interior en la calle alberto aguilera de madrid volviendo de tribunal, en el que salía una morena con una mínima braguita que debaja entrever un papo riquísisisimo, exquisito, tierno, húmedo, debía saber dulce y todo, "menos mal que no nos gustan mujeres así". Pues eso, me parece mal porque la mayoría de la gente (menos Juan y yo) no sabe apreciar la belleza de una mujer entradita en carnes, de esas que le coges el brazo con la mano y te sobra un poquito de carne, con unos buenos muslos, al mismo tiempo femenina, no os vayáis a creer.. en fín, una chica normal, de a pié, de belleza tranquila, pero que nos puede llegar a hacer muchísimo más felices que cualquier chica de mentira de los anuncios. Con esto os quiero decir que por favor abráis los ojos y no os dejéis lavar el cerebro con la publicidad y sepáis apreciar la belleza de las mujeres de vuestro alrededor, con las cuales podréis disfrutar del bortxevismo de manera plena. Sé que es difícil, sé que las tías de los anuncios están demasiado buenas, pero luchad contra ello, disfrutaréis más de la vida.
Un beso a todos.
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