Diego Armando Maradona

Diego Armando Maradona
Diego, gracias por estar, gracias por existir, gracias por habernos enseñado. Sin el Diego, la vida sería peor, no habría esperanza. Nos enseñaste que se puede triunfar viniendo de lo más bajo, que podés ser algo en la vida, que hay futuro para aquel que lo labura. Pero no sólo nos enseñaste lo bello de la vida, también lo feo.

Nos enseñaste que hasta la estrella más alta del cielo puede caer al mar, y que cuando caes ya no tenés amigos, ni admiradores, ni apoyos, salvo esos que siempre estarán ahí, los que nunca te abandonan, los que son amigos de verdad.

Vos lo fuiste todo, contigo alcanzamos el cielo, la gloria, las mieles de la victoria. Y estando allá, tan alto, tan alto que todo el mundo te podía contemplar y admirar, caiste de nuevo a la tierra para enseñarnos que no todo lo que reluce es oro, que tenemos que tener cuidado de aquellos que se acercan a nosotros sólo por el interés y para aprovecharse.

Por que vos, Diego, besaste el cielo para después caer en los infiernos. Nos mostraste el mundo de la drogadicción, y cómo eso puede frustrar nuestras ambiciones, nuestros anhelos. Con la droga perdiste la vida, y lo que más querías: el fútbol, la bruja, las nenas. Nos mostraste que hasta un ser tocado por la divinidad como vos, puede perder lo que es más importante por la maldita droga. Algunos nos reíamos de eso, de los que se enganchaban, pensábamos que era de marginados, de gente que no tenía ningún presente ni ningún futuro, algo que no nos podría alcanzar. Andábamos por la vida con la imprudencia de un chiquilín. Pero vos estabas allá, para caer, y mostrarnos la droga en toda su crudeza.

Por eso, no sólo te debemos gratitud por los momentos de Fútbol que nos diste, también por la lección de vida, por morir en vida y resucitar. Porque no sólo nos diste la lección de lo que podemos perder con la droga, sino que diste esperanzas al enfermo para que se curara como vos. Siento admiración por las ganas que tenés de vivir, con lo que fuiste, con lo que perdiste, y sigues luchando, como un titán que es lo que sos.

Diego, sos grande, me gustaría agradecerte por todos los jóvenes que apartaste de la droga. Por todos los drogadictos a los que diste esperanza para seguir luchando. Sos importante, y no sólo como futbolista. Ahí simplemente fuiste el más grande que ha habido y habrá.

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