Cuento de septiembre

Estábamos en una fiesta celebrada por un tipo al que desconocía pero que me invitó porque quería hacer la madre de todas las fiestas y ¿qué asegura más el desmadre que un montón de desconocidos con alcohol gratis? Lo cierto es que aunque yo no conocía al anfitrión, si conocía a algunos de los presentes, es algo habitual en este tipo de fiestas. El anfitrión conoce a amigos suyos y conocidos, los amigos y conocidos tienen otros amigos y conocidos, y si no se limita un poco la sucesión de invitaciones ahí puede aparecer toda la ciudad e incluso gente de Milwaukee.

Imagen: Youtube


Pues allí estábamos, mis conocidos y yo conociendo gente, amigos de amigos, conocidos de conocidos. Incluso conocíamos a los típicos payasetes de fiesta que nunca deben faltar si queremos tener una típica juerga americana. Es ahí donde surgió el debate, la gran discusión, la madre de todas las polémicas. Se acerco un conocido de un conocido con un amigo suyo. Todo normal, es lo que se suele hacer en estos casos. La gente consigue muchos contactos de esta manera. No me imagino la cantidad de negocios, empresas, proyectos y cosas aún peores se habrán forjado en juergas disparatadas bañadas en descontrol, drogas blandas y baratas y falta de sueño. El conocido nos presentó a Julián: es gay.
Es una cosa curiosa el ver cómo los gayis tienen una fascinante tendencia al exhibicionismo. Supongo que es la búsqueda de un reconocimiento público que obviamente no han podido tener en sus casas. Pero tampoco creo que sea bueno generalizar, así que sigamos con el relato. Tras el sorprendente e impactante saludo, no me quedó otra que responder de manera natural y cómo me pedía el cuerpo - "¿Eres "gay"? ¿De parte de madre o de padre?" - Tras cuatro segundos de silencio generalizado y sudor frío de varios de los partícipes en la presentación, me vi obligado a explicar mi pregunta tras reclamaciones populares de incredulidad e incomprensión.

Y es que, al igual que la gente es rubia porque algún antepasado suyo lo fue, o tiene los ojos verdes por la misma razón, suponemos que la homosexualidad tendrá un comportamiento similar. La explicación causó más perplejidad en los partícipes y, sobre todo, en el de sexualidad ambigua. Claro, su cara de circunstancias me obligo a preguntarle que si su caso era de nacimiento o era una opción. Ya sabréis que existen esas dos teorías acerca de la homosexualidad. Esta la gente que dice que han nacido así y se les debe respetar como son o los que dicen que es una opción sexual legítima que se debe respetar. Parece claro que lo único en común de ambas teorías es que el homosexual se debe respetar. La caro de asco y vergüenza ajena me hacían pensar más que jamás ninguno de los que estábamos allí se había planteado esas dudas acerca del tema. El hombre no sabía qué responderme, aunque le salió un tímido - esto es algo que se sabe de siempre.

Bien, por fin teníamos una respuesta del hombrecillo: según él, se nace. Es decir, al igual que un niño tiene la nariz grande porque su padre la tiene grande, un homosexual lo es porque su madre lo es. Esto nos llevaría a pensar de dónde vienen los homosexuales. La respuesta más fácil y evidente es pensar que llegaron de Francia a finales del siglo XVIII. Eso explicaría por qué no hay homosexuales negros, salvo en Nueva Orleans y San Luis. Es más, viendo referencias bíblicas a Onán y Sodoma, vemos que entre los judíos también era muy frecuente la homosexualidad. ¿Serán ciertas las estudiadas y científicas teorías que aseguran que los homosexuales son un cruce entre judíos y franceses?

Esta, que es la explicación más evidente a la que se puede llegar muy fácilmente, no cierra completamente el círculo. ¿qué es un "yaoi"? En Japón es sabido que existen multitud de homosexuales y los franceses y judíos no pueden explicar la homosexualidad allí. También es cierto que en las sociedades pobres, los homosexuales no abundan, por no decir que no existen. ¿Todos los homosexuales japoneses lo son de los que se hacen? Es decir, deciden ser homosexuales porque les abre unas puertas que están vetadas al heterosexual: Moda, estilismo, cine, teatro, televisión, periodismo, política, poder, informática, etc.

En resumen, podríamos concluir que existen dos tipos de homosexuales, los homosexuales genéticos (cruce entre judíos y franceses) y los homosexuales de convenencia (fruto de la decadencia de la sociedad burguesa). Pero esto no puede explicar toda la homosexualidad que hay en el mundo. Aquí es donde entra el mayor caldo de cultivo para la expansión de la homosexualidad. La homosexualidad es, fundamentalmente, una enfermedad mental propia de sociedades ociosas y avanzadas. Esto cerraría los tres tipos de homosexualidad que se han dado a lo largo de la historia.

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