Zapatero y Marco Antonio

La figura de Cayo Julio César surgió en un momento en el que la oligarquía patricia de Roma abusaba de su control senatorial y, cual rodillo, aplastaba todo bultito que quería escapar del llano pensamiento único. César prometía libertad al pueblo, y el pueblo le quería.

Había muchos hombres de familia menos notable que el propio César que creían lo mismo. El Senado no resolvía los problemas del pueblo y el pueblo creía que César sí los resolvería.

Fuente: Wikipedia

Es la situación análoga a la que vivió Zapatero. Zapatero se encumbró en el poder. Una vez allí, como César actuó como un Rey, como un monarca. Pronto César, y Zapatero, fueron eliminando a todos los que le habían apoyado. La Autarquía es su sistema predilecto y la Tiranía su bandera.

Pero ambos tenían una debilidad. César sabía que el pueblo quería a Marco Antonio, y sabía que Marco Antonio nunca le traicionaría. A pesar de todo le inoportunaba su presencia. Ese Marco Antonio de Zapatero es Pedro Solbes.

Zapatero ha eliminado a todos aquellos ministros poco conflictivos y resolutivos: Caldera, Sevilla, López Aguilar. Al mismo tiempo ha promocionado a aquellos que hunden la imagen del Gobierno. En el egocentrismo cesarista de Zapatero, el salir al lado de Magdalena Álvarez supone un triunfo personal. Le permite reírse del mundo y decir "mirad, ésta está aquí porque yo lo quiero".

De hecho, también tiene ministros eficientes que no elimina, como Moratinos, porque sabe que tampoco es querido por el pueblo. Zapatero ha demostrado eliminar cualquier cabeza que sobresalga de la media. Y así lo seguirá haciendo.

Comentarios