Ayer vimos como ZP hizo un acto público de cinismo. Tras cuatro años de contar patrañas sobre el PP y sobre la irresponsabilidad y decepcionante actuación de Mariano Rajoy en la defensa de la autoridad nacional sobre el conjunto de España, ayer, el presidente del Gobierno escenificó un cambió de rumbo, que le acercaba nuevamente como en la última legislatura de Aznar, a la esfera de la política nacional interior del PP.
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| Imagen La Información.com |
Aunque no lo dijo porque quedaba poco bien como imagen comercial, ZP dejaba implícito en su discurso que su política antivasca de los últimos cuatro años había sido errónea, que se habíá echado al monte y que ha vuelto al redil pastoreado por el nuevo y carismático líder de la derecha española: Mariano Rajoy.
Mariano Rajoy felicitó al Presidente del Gobierno de todas las Españas por encauzarse nuevamente en la senda de la que nunca debió haber salido y que, en esta situación, no tiene ningún problema de caminar junto a él y de apoyar y sumarse a todas las iniciativas políticas, judiciales y policiales que se lleven a cabo para defender los intereses de España. También dejó claro que un nuevo desliz del actual gobierno sería nuevamente reprendido por el líder del principal grupo de la oposición en el Parlamento de España.
En resumen, ZP no lo reconoce directamente pero en sus actos ha dejado claro haberse equivocado y mucho en su política antivasca en la anterior legislatura. Eso sí, no ha pedido ni una sóla vez perdón al PP y a sus simpatizantes por cuatro años de insultos para después acabar sentándose con ellos y asumir sus posturas para con el asunto.
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