Los buitres sobrevuelan sobre el déficit

Asistimos atónitos a la sacralización del déficit controlado. No digo que haya que descontrolarse y engordar el estado hasta puntos insostenibles para la capacidad fiscal de una Economía, pero tampoco hay por qué estar siempre preocupado por tener el déficit atado y bien atado.

El gobierno del PP, como buen partido de la extrema derecha capitalista y reaccionaria que es, aprovecha que el Vístula pasa por Cracovia, y para regalar unos cuantos y jugosos sectores controlados por el sector público a sus amigos, dice combatir contra el odiado déficit. Desde Europa, a saber, imponen esa premisa, y es que en Europa gobiernan los mismos personajes que lo hacen a nivel estatal.

¿Qué se pretende? Está claro, destruir el único motivo que a día de hoy justifica la existencia de un Estado, la Sanidad y la Educación. No olvidemos que en Europa, salvo algunos resquicios en el Reino Unido que así funcionaron, estos servicios fueron prestados en un principio por la Santa Madre Iglesia y fueron arrebatados a la misma por parte de los estados con la condición de que lo iban a prestar de una manera universal y justa. Pues ahora, estos Estados controlados por los hostigadores de las masas, intentan convencer con éxito al pueblo de la necesidad de que el Estado debe estar para otra cosa.

Todavía no nos han explicado para qué queremos un Estado si no es para Sanidad y Educación. Así que si recortan eso ya pueden quitar todos los impuestos. Pero si realmente quieren recortar, aquí les dejamos sugerencias:

Casa Real, Senado, Congreso de los Diputados, el Presidente del Gobierno y sus Ministros.
Acabar con el gasto militar en equipo y armamento. Que se dediquen a hacer instrucción.
Pasar la UME a cuerpo civil, que es más barato y más eficiente.
Paralizar todos los contratos de construcción de viviendas públicas.
Abandonar todas las sedes alquiladas de instituciones públicas y ocupar las propias. Vender las que sobren.
Eliminar escoltas.
Eliminar cargos de confianza de libre designación.
Quitar las subvenciones a las empresas.
Suspender el plan ADO.
Paralizar todos los créditos a organizaciones culturales, federaciones deportivas. Por supuesto, dejar de subvencionar el Instituto Cervantes y las Reales Academias.
Cerrar embajadas y consulados en aquellos lugares donde la tradición histórica no obligue y donde haya una fuerte presencia diplomática de embajadas europeas. Se me ocurre cerrar todas las embajadas y consulados de países de la Common Wealth, en la mayoría de ciudades de África, salvo Marruecos y Guinea Ecuatorial, y en la práctica totalidad de Asia. Por supuesto, también cerrar en los países de la Unión Europea, se supone que somos la misma entidad política.

Después habría que unificar varios cuerpos de funcionarios para racionalizar el uso de ellos. Lo malo es que no es el mejor momento para eliminarlos por los costes sociales que tendrían, pero sí se pueden eliminar todas sus cúpulas dirigentes: 

Eliminar todos los mandos del Ejército. No sustituir con nuevas unidades e ir eliminando progresivamente el Ejército Profesional.
Eliminar todas las empresas públicas, empezando por sus dirigentes y mandos. Los trabajadores recolocarlos en otras empresas del sector y crear sociedades cooperativas para el mantenimiento del empleo donde sea posible.
Unificar Policía Nacional y Guardia Civil. Con el tiempo eliminar uno de los dos cuerpos, pero de momento se pueden eliminar todas las competencias duplicadas.
Descentralizar la Agencia Tributaria para facilitar que el gasto y el ingreso esté más coordinado. Utilizar funcionarios ya existentes para incrementar las plantillas de las Agencias Tributarias locales para perseguir el fraude de manera más eficaz.
Incrementar las plantillas de los juzgados con funcionarios existentes, dar más preponderancia a los acuerdos privados y agilizar los trámites burocráticos para hacer que el sistema judicial sea más rápido y así, ahorrar dinero.

Imagen: USC


En definitiva, que se pueden hacer cosas para mejorar la eficiencia del Estado sin eliminar la Sanidad ni la Educación, pero claro, es que lo que se quiere es eso para dárselo a sus amiguitos. Todas las medidas que he puesto, todas para el Estado Central, no generarían más paro y recortarían unas cuantas decenas de miles de millones de euros. A esto hay que incluir las ya reivindicadas de eliminar las pensiones extravagantes de los cargos públicos, ministros y demás.

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