La realidad de la Rusia de Putin

Putin lleva tanto dirigiendo en primera línea Rusia que ya habrá gente con criterio que no habrá conocido muchas más cosas acerca de ese país en lo referente a dirigentes políticos. La gente con más edad se acordará de los últimos tiempos de la Unión Soviética, incluso los octogenarios hasta de Stalin.

Al enfrentarse a este personaje se pueden recurrir a todos los tópicos posibles; ya se sabe, que si fue agente de la KGB, de que si físicamente está como un toro, de que es frío y calculador, su conocida intolerancia, etc. O recurrir a las fuentes de información convencionales, en las que nos contarán que es prácticamente un dictador que somete a la oposición política y que maneja Rusia como los antiguos zares. Sinceramente, considero que es muy difícil conocer la realidad de la Rusia de Putin desde un sofá en el verano del Meditarráneo.

Imagen: Telemundo
Si queremos acercarnos a lo que de verdad de lo que está ocurriendo en Rusia, supongo que habría que vivir allí el día a día y, desde ese punto de vista, poder opinar. Aún así, muchas veces cuando nos enfrentamos a este tipo de sociedad perdemos la escucha activa y la empatía con los que viven allí. Hace muy poco, un par de semanas o así, con motivo del inicio del Mundial de Fútbol de 2018 que se disputa en Rusia, han salido muchos programas y documentales en televisión acerca del país. Muchos comentaristas han descrito qué hay en Rusia y demás; y casi siempre se ven las mismas cosas que, de alguna manera, contradicen -y mucho- la idea que tenemos aquí de Rusia. Así que vamos a ir describiendo algunos mitos e intentar entender un poco qué puede estar ocurriendo.

Creo que es necesario empezar desde un punto de partida: la sociedad rusa es la sociedad rusa y lo que vale para ellos no tiene por qué valer para el resto del mundo. Es importante respetar la voluntad popular y las ideas de los demás, aunque no se compartan. Muchas veces se leen cosas acerca de la Rusia de Putin desde un punto de vista externo: "A mí no me gustaría eso". Pero a lo mejor a ellos sí.

En este sentido habrá gente que estará diciendo que los derechos humanos son los derechos humanos aquí y en Sebastopol, y nunca mejor dicho, y no se niega esta realidad. Yo tengo claro que se violan los derechos humanos en todos los estados del mundo, y no iba a ser menos Rusia. Nos podríamos preguntar si allí se violan más o se violan algunos derechos más importantes. Ahí entonces estaríamos adentrándonos en la subjetividad desde el punto de vista de que comprensiblemente los derechos de uno mismo siempre priman sobre los derechos de los demás. Parece claro que el gobierno ruso tienen innumerables denuncias por ataques a la libertad de expresión y prensa y por trato a algunas minorías sociales, sin embargo estas denuncias se pueden observar en muchos de los países de occidente. 

La libertad de prensa está en discusión en muchos países. Cosas como la corrección política, el lenguaje de género, los límites del humor y demás están en los debates políticos de cualquier país occidental. En el estado español hay gente condenada en arreglo a leyes aprobadas por el parlamento por desprecio a la corona, por apología del terrorismo y similar; cuando tienes que explicar esto a alguien que no conozca la situación del estado puede pensar que aquí te meten preso si insultas al rey, y realmente hay matices. Supongo que es similar a lo que ocurre con Putin. O no, sinceramente no me he puesto en medio de la Plaza Roja a insultar a Putin y ver las consecuencias. El hecho es que en muchas ocasiones me da la sensación de que unos graves acontecimientos denunciables pero puntales que ocurren en todas las partes, se utilizan como arma arrojadiza contra el gobierno de Putin. Además, hay que agregar que, como ocurre aquí, es posible que existan leyes que limiten la libertad de expresión y que esas leyes hayan sido aprobadas por mayoría parlamentaria en Rusia; es decir, al igual que ocurre aquí, el problema es la falta de libertad de expresión para el opositor que se enfrenta a unas leyes que limitan su acción de manera premeditada. ¿O es que la conocida ley mordaza no se realizó para limitar la acción de oposición de disidentes al régimen bipartidista? Es un atentado contra la libertad, pero el que incumple esa ley termina en la cárcel; en Rusia seguro que es similar. Criticable pero nada exclusivo.

Se trata mucho el tema de la libertad sexual en Rusia para los colectivos minoritarios como los homosexuales y similar. Parece ser un hecho. Oí a un ruso decir que él consideraba, porque conocía un poco la trayectoria de Putin, que el presidente ruso no tenía ningún problema con los colectivos homosexuales, transexuales y lésbicos; simplemente es que en Rusia hay una mayoría social aplastante que considera esas conductas malas y perseguibles. Si Putin u otros políticos hiciesen una campaña de mayor libertad, perderían votos y elecciones. Es una reflexión que hizo ese ruso en un programa de televisión muy esclarecedora, porque podemos ver la identificación en la política de occidente. Hace unos años el PP, cuya base social está en contra del aborto, no se atrevió a poner una ley más restrictiva ante el miedo de que eso le causase un daño electoral grave, ya que existe una mayoría social aplastante en el estado español a favor del aborto. Simplemente creo que hay que reflexionar sobre este asunto de esta manera aunque el que esté en el otro lado no esté de acuerdo. Es difícil saber la magnitud real de la presión del aparato del estado para reprimir los esfuerzos de las comunidades afectadas en visibilizar su presencia y aumentar su libertad debido a que cualquier noticia que llega de Rusia se magnifica con el halo de la dictadura y la falta de cultura democrática.

La democracia en Rusia, según los medios de comunicación occidentales no existe. Sí, en Rusia hay un sistema similar al francés, semipresidencial con dos cámaras legislativas y separación de poderes, pero en realidad Putin maneja todo. Esto mismo se podría decir de otras democracias occidentales. En el estado español mismo, siempre ha habido críticas sobre la separación de poderes que, en muchos casos, es casi invisible. Cuando un grupo político acumula suficiente poder para aglutinar un montón de miembros en casi todos los poderes del estado, como ocurre en Rusia, y todos los cargos se deben a un líder indiscutible, en realidad no hay separación de poderes. ¿Pero podemos decir que esto es una total falta de democracia? En mi opinión sí, pero igual que ocurre en cualquier país de occidente, Rusia no es una excepción. No hay que olvidar que el partido de Putin obtuvo en las parlamentarias votos para ocupar más del 60% de los escaños, además de arrasar en las presidenciales y, supongo, que tendrá un gran control en la mayor parte de los miembros del poder judicial. Este poder lo hemos visto también en el Estado Español muchas veces. No nos podemos olvidar de aquella España de finales de los ochenta y de los años noventa con un control pleno del PSOE y PP respectivamente en los tres poderes. Aquí no se hacía nada que estos dos partidos por solitario no quisieran.

Se siembran también dudas sobre la validez de las elecciones rusas, pero sinceramente no hay pruebas de nada y supongo que habrá observadores internacionales. Podíamos recordar también el escándalo de las papeletas de mariposa del Estado de Florida en las elecciones presidenciales de Estados Unidos -cuna de la democracia contemporánea- que ganó G. Bush. Cuando salen rusos hablando, vayan donde vayan (y el país es grande) siempre todos están muy contentos. Muchos podemos pensar, yo también, si están tan presionados que dicen lo que el régimen quieren que digan y no lo que realmente piensan. Eso mostraría un control muy grande que me cuesta creer que exista, aunque no lo descarto del todo. En los peores tiempos del castrismo, en Cuba siempre un reportero encontraba algún cubano que hablaba con vaguedades intuyéndose que estaba hasta las narices de vivir en Cuba en esas condiciones. En Rusia eso no se ve. Es cierto también, que el nivel de vida de la Rusia actual está muy por encima del que ha tenido Cuba en la historia en términos materiales, sin embargo parece que la disidencia está o callada o reprimida. No es del todo cierto, porque hay muchos activistas que critican a Putin, y salen, pero es mejor decir que el pueblo está controlado y que los que critican son unos valientes y por eso se significan. Yo tengo también dudas en este respecto; ni tanto, ni tan calvo.

Lo que parece unánime es considerar el gran cambio material que ha vivido Rusia en la calidad de vida en los últimos diez años. A principios del siglo XXI Rusia parecía un estado fallido con un montón de tensiones étnicas, con un grave problema con los terroristas islámicos y con un gran aislamiento de la comunidad internacional. Se denunciaban crisis humanitarias con montones de personas que habían caído en el alcoholismo debido a la falta de oportunidades de vida, con una gran bolsa de desempleados y una mayor carestía de la vida y aumento de la desigualdad y la pobreza. Llegaban noticias sobre las mafias que estaban controlando el país y los grandes oligarcas que se habían repartido las riquezas naturales de Rusia impidiendo el acceso a los recursos a la mayor parte de los rusos. Hoy eso parece haber cambiado. Todo el mundo que ha ido a Rusia en los últimos años parecen vislumbrar un cambio social importante y un avance en el desarrollo económico. Los grandes oligarcas ya tienen menos presencia y parece que el estado ejerce el control en todos los puntos del país. De hecho, las tensiones separatistas en el sur de Rusia han cesado y se han normalizado relaciones con los principales vecinos salvo Ucrania y Polonia, donde, y todo hay que decirlo, la OTAN ha metido sus zarpas con menos tino que lo que ha hecho Rusia en sus áreas de influencia. El apoyo abusivo al régimen antirruso de Ucrania fue más exagerado y con más dramáticas consecuencias que todo lo que se acusa a Rusia de intervenir en elecciones en Reino Unido, Estados Unidos e, incluso, en las elecciones catalanas. Una paranoia. 

Una rusa decía: "si Putin tuviese algún interés real de que Cataluña fuese independiente, ya lo sería." Este es el fanatismo y culto a la personalidad que obtiene a día de hoy Putin, pero, es que realmente parece que está encaminando al país a un punto donde lo quiere la mayoría y, parece, que prácticamente nadie -o nadie muy visible- pierde en Rusia. En esta dinámica hay Putin para rato, y más valdría entender que hay algo que estará haciendo bien porque su apoyo popular es claro, y Rusia no es un país cerrado herméticamente; cada vez reciben más turistas y salen más rusos a conocernos, y lo que cuentan y se ve dista mucho de lo que manipulan los medios. Su régimen tiene tintes feos, que a mí no me gustan y que yo no querría para mí ni la sociedad donde vivo, como no he querido muchos de los aspectos con los que tengo que convivir. Pero si la gente progresa estará de alguna manera contenta y podrá tolerar ciertos inconvenientes; parece que en Rusia están en ese punto.

Rusia Unida, el partido de Putin, gana elección tras elección aplicando su plan en lo que parece una atención directa a las demandas de la sociedad rusa: Rusia pide y Putin da. El partido se ha convertido en un medio de canalización del sentimiento nacionalista y populista que los pueblos rusos parecen querer. No se sabe si el régimen le dice al pueblo lo que debe querer o es al revés, pero hay una gran armonía. Me parece feo y peligroso romperla desde occidente enarbolando los derechos de unas minorías que parecen representar a muy poca gente en Rusia y que es difícil saber en qué punto de opresión están realmente. Podemos apoyar a sus opositores de alguna manera abierta, pero no ver la realidad en la que vive de la Rusia de Putin, que es una historia de éxito, no tiene sentido.

Comentarios