Una Tarde de Navidad en 2006

Hoy, es un día como otro cualquiera, me aburro en la oficina. Y no es porque no tenga nada que hacer, es que no me apetece. Mi compañera de trabajo no ha venido porque tiene jaqueca. ¡Ja!, eso no se lo cree nadie. Siempre, después de algún evento, no puede venir porque tiene jaqueca. Esta chica se agarra unas melopeas cuando está de celebración que la dejan baldada para varios días. Y es que no hay nada peor que los borrachos.

Sí amigos de HFC, vivimos en una sociedad donde el borracho es un personaje aclamado y comprendido. En una sociedad sana, este tipo de personajes serían apartados de la comunidad para que no contaminará al resto de la misma manera que se elimina todo resto de levadura del pan ácimo, ya que un sólo grano puede perjudicar toda la masa.

Asistimos complacientes a la autodestrucción personal de nuestros congéneres con una sonrisa en la boca. Y es que siempre nos hemos reído del borracho graciosete. Una lástima.
El otro día demostramos que no hace falta beber para ser gracioso, extrovertido y simpático. Además, al final de la noche no vas a vomitar, con el peligro que supone para los viandantes, y al día siguiente te levantarás fresco como una lechuga.

Sí, es un comentario hipócrita y capcioso este alegato, habitual en mí, contra el alcoholismo, pero es que cada día me da más asco el bebedor de fin de semana. No lo puedo remediar.

De todas formas, es algo que está ahí y puedo convivir con ello. Hay cosas que me molestan más, como la simpleza. Estamos acostumbrados también a ver gente que es simple por naturaleza, y no como una filosofía de vida para llevar mejor sus planes y tener una mayor calidad de vida, sino porque no llegan a más.

A la gente le preocupa lo que ocurre alrededor, o eso dicen, pero la verdad es que no creo que nadie, y me incluyo, seamos capaces de ver más allá de nuestra nariz.

Pero lo que más me ha molestado durante este fin de semana es la constatación de un hecho que, por recurrente, no deja de ser indignante. Se trata del culto a la personalidad que recibe Juan Carlos de Borbón. No sólo crecimos con su foto encima de la pizarra. Es que tenemos que sufrir que en todos los programas informativos se abra con su careto. El respeto que tiene el apoltronado no se lo ha ganado. Pero no sólo él. Ayer vi en un programa de resúmenes del año, como le lamían el orto al Presidente del Gobierno Adolfo Suárez. Es costumbre el idolatrar a gente, pero las comidas de miembro llegan a extremos bochornosos con estos dos dramáticos personajes para la historia nacional. No soporto tanta basura.

Imagen de archivo de RTVE (Discurso de Navidad de 2006)
Para colmo, la desvirtuación de la fiesta que se supone que se celebra estos días es manifiesta en todos los sitios. Me parece increíble que una fiesta esencialmente cristiana, el contenido cristiano de la misma en la información que se da sobre la fiesta sea testimonial, cuando no nulo. Pero en fin, qué le vamos a hacer si lo hemos votado todos. No es la primera vez que la gente, incluso en esta lista, opina por todos los demás con frases del estilo a "eso no lo quiere la gente". Así andamos.

Por último quiero mencionar la noticia estúpida del fin de semana. Al parecer, desde la gusanería de Miami ya se está celebrando la inminente muerte del Comandante Fidel Castro. Algunos dicen que ya lleva varios días muerto, que hace mucho que no aparece y que Raúl Castro dijo hace unos días que el sucesor del Presidente de la Revolución será el Partido. Pues bien, este fin de semana ha acudido un médico especialista del Hospital Gregorio Marañón de Madrid. Al parecer, este médico es uno de los más prestigiosos del mundo en el campo que se trata en la enfermedad de Fidel Castro. Como médico del citado Hospital, es funcionario de la Comunidad de Madrid a las órdenes del cuestionado Consejero de Sanidad Manuel Lamela.

Todos sabemos lo que el PP piensa de Fidel Castro y de Cuba y su revolución. La contrarrevolución española, acaudillada principalmente por Esperanza Aguirre y los suyos, entre los que se encuentra Manuel Lamela, ha hecho una dura oposición al régimen castrista así como alabanzas a la gusanería cubana de Miami. Conocidos son los escarceos de la cúpula dirigente del Gobierno de Madrid con la Mafia de Mas Canosa y su gente.

Todavía tenemos reciente aquellas duras declaraciones contra Zapatero por ir a visitar a Fidel Castro, las declaraciones de Aznar, maestro de Aguirre en la política nacional y uno de sus máximos valedores, diciendo que los amiguitos de ZP eran Castro, Chávez y Morales. Bueno, todos sabemos la mierda que se ha echado encima del actual ejecutivo por la mejoría en las relaciones diplomáticas con Cuba.

Pues ayer, el citado consejero de sanidad, se refirió de esta manera: "el presidente de Cuba Fidel Castro". En ese momento no dijo nada de el Dictador cruento, etcétera. Se nota que cuando el dictador paga, lo es menos. En fin, no hay nada más hipócrita que uno del PP.

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