La izquierda asume el discurso de la derecha

Esta mañana escuchaba en una emisora de radio un breve debate sobre si la izquierda le estaba haciendo el juego a la derecha en el asunto de Catalunya. Pongo primero un poco en situación para intentar razonar acerca de lo dicho en la tertulia.

En el Partido Socialista Obrero Español hay un sector periférico que critica al presidente del Gobierno Pedro Sánchez por ser un poco "timorato" a la hora de combatir el nacionalismo catalán. Es decir, a pocos meses de elecciones autonómicas el PSOE ve como tiene que atraer votantes de entornos rurales que consideran que el asunto de Cataluña es una agresión a la unidad nacional de España. Por lo tanto, el presidente del Gobierno tiene que posicionarse en las posturas que están defendiendo otros partidos como Ciudadanos y el Partido Popular en la defensa de esa unidad nacional en peligro por los separatistas catalanes.


Imagen: Carácter disidente


El argumento básico que hay detrás de esto es que el presidente del Gobierno está "vendiendo" la unidad de España a cambio de un apoyo en las votaciones de los presupuestos para prolongar su gobierno hasta el final de la legislatura gracias al sí de las minorías parlamentarias de los grupos nacionalistas e independentistas catalanes.

En la tertulia debatían dos señoras, una que representaba la sensibilidad tradicional del Partido Socialista de los barones periféricos y del aparato afín a los líderes recientes como Felipe González y otra representaba la sensibilidad periférica afín al PSC. La sensibilidad del secretario general del PSOE actual no estaba representada en este caso por ningún tertuliano.

La afín al PSC declaró que los líderes del partido en la periferia estaban asumiendo el discurso de la unidad de España que defienden partidos como el Partido Popular o Ciudadanos, incluso otros partidos que son situados a la derecha de estos y que, por lo tanto, están dejando de apoyar a un secretario general que ha salido de las bases del afiliado socialista que representa el discurso tradicional de la izquierda. La otra tertuliana, en cambio, no compartía este argumento. La afín al PSC dijo una frase interesante (no es literal): "La solidaridad entre regiones no solo debe ser económica, también social, y muchos líderes del PSOE no están siendo solidarios con las reivindicaciones sociales de Cataluña".

Partiendo de aquí yo me planteo lo mismo ¿Está la izquierda asumiendo el discurso de la derecha? Mi respuesta es que rotundamente sí. Y no solo en este asunto. De hecho, el considerar a día de hoy que el PSOE represente la izquierda, me produce fuertes carcajadas.

El PSOE es un partido de mayorías, y para ser un partido de grandes mayorías tienes que dejar la ideología y el discurso bipolar de la izquierda y la derecha guardada en un cajón y volverte un partido populista, es decir, un partido que resuelva problemas de la mayoría de la gente, sean estos de izquierda o de derecha. Esto es lo que ha llevado al PP y al PSOE a conseguir votos que en algunos casos han superado un tercio de los votantes. Eso no se consigue con el discurso izquierda vs. derecha.

Yo considero que, a pesar de que quieras interesarte por un grupo de preocupaciones generalizadas que están más allá del debate de la izquierda y la derecha, hay otro grupo de preocupaciones que sí que están en esta lucha y que, partidos que se autodenominan de izquierdas deberían poner sobre la mesa. Y en el PSOE hay una asunción generalizada de que la unidad de España está fuera de ese debate. Pues bien, yo lo niego categóricamente.

La izquierda, ya sea española, catalana o de cualquier lugar del mundo, no puede asumir el nacionalismo como algo fuera del debate de la izquierda y de la derecha. Una persona de izquierdas debe abogar por procesos de integración económica y social por encima de las tradicionales fronteras de los estados-nación y debe considerar a los estados como una superestructura de poder para el consenso y gestión de preocupaciones sociales y no como un bien en sí. La derecha considera la nación como un ente aspiracional asociado a una cultura, una raza y unas costumbres y, por lo tanto, algo a lo que no se puede renunciar y que está dentro de lo fundacional en la base del consenso social ciudadano. La izquierda no.

Si para el progreso de los derechos y libertades de los ciudadanos y la mejor gestión de lo público y mejor logro de lo individual se debe renunciar a la actual nacionalidad y crear otra diferente de mayor o menor rango, una persona de izquierdas no debería dudar y abandonar cualquier emoción identitaria, sea esta España, Cataluña o Alpedrete. La persona de derechas, al contrario, pondrá ese sentimiento identitario de pertenencia a un pueblo uniforme y homogéneo por delante de cualquier otra consideración: la patria te llama y se defiende con la vida. El que la izquierda asuma estás razones identitarias es asumir el discurso de la derecha y no reconocerlo es engañar a la gente.

Si a mí uno del PSOE me dice, mira, yo estoy en contra de la independencia de Cataluña porque supone una merma de derechos y libertades para los ciudadanos, estamos dentro del discurso de la izquerda. Si me dice que es porque no podemos romper una tradición milenaria y unos lazos de unión identitaria que nos lleva a un idioma común y el compartir un pueblo, eso es el discurso de la derecha.

Se puede estar a favor y en contra de la independencia de Cataluña desde la izquierda y desde la derecha, eso es la política, pero que se sepa qué argumentos son de cada cual, sin engañar a la gente.

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