Las minorías

Ayer hablaba un señor de izquierdas en la radio. Es un personaje que habla habitualmente con un burgués "progresista" sobre reflexiones. Es un espacio llamado "Pensar por pensar". Suelen hablar de temas de actualidad y descontextualizan para hacer un análisis filosófico y antropológico (también sociológico, por qué no) sobre el tema en cuestión. Así se han tratado temas como qué lleva a una persona a emplear la violencia, la fidelidad, la honradez, etc.

Como muchos sabrán, son temas que a mi me preocupan bastante, porque al fin y al cabo las personas son eso: emociones, y la investigación y la reflexión sobre el comportamiento humano me resulta interesante.

Imagen del Blog de Iñaki Anasagasti


Ayer, como tema de actualidad, se comentó el tema de las elecciones, y reflexionaron sobre la representatividad real de las minorías. Siempre suelo estar de acuerdo con las afirmaciones de ese hombre de izquierdas, profesor de una universidad pública catalana, y ayer no fue un día diferente. Lo que me llamó la atención era la argumentación del "progresista", de la moderadora (simpatizante del PSC) y de los oyentes que llamaban para dar su opinión.

Una reflexión del "progre" era que la minoría siempre aspira a ser mayoría. Yo creo que esa aseveración es falsa, desde el punto de vista de que no siempre es así. Hay minorías que realmente quieren ser mayoría, pero hay otras que sólo quieren adquirir el poder, y no le importa seguir siendo minoría siempre que tenga el poder. Otras minorías sólo buscan que el resto de minorías y la mayoría la respeten y la dejen vivir en paz. Y entre esos dos extremos hay infinitas combinaciones.

Esto llevó a que un oyente, que se sentía minoría, dijese que la minoría siempre está representada porque la mayoría no es más que una suma de minorías. Lo cual es una reflexión interesante y que en cierto punto podría ser cierta. Pero creo que aún así puede haber minorías no representadas e incluso aplastadas.

Más interesante fue la reflexión de otro oyente que habló del ostracismo de las minorías. Le daba la sensación de que la minoría sólo "es noticia" cuando se sale de la norma, es decir cuando ocurre un hecho puntual que hace que la mayoría apunte su mirada sobre la minoría. Digamos que la minoría tiene que hacerse oír. Esta es una reflexión que es muy cierta, y es así. Y es triste por las implicaciones que conlleva y cómo se puede utilizar este fenómeno. Hay muchas maneras de llamar la atención y parece que cuanto más ruido haces más se te oye.

Es triste que la mayoría sólo se acuerde de las minorías cuando hacen ruido, y más triste es que el ruido sea el único medio que encuentra la minoría para que sea respetada como minoría. Gracias a esta reflexión se pudo llegar a la explicación de algunos fenómenos de violencia y trasgresión que ha sufrido la humanidad desde sus orígenes. Y parece algo arquetípico de lo que no nos podemos librar, lo vemos hasta en los bebés, cuyo mecanismo para que le hagan caso es llorar. Y lo vemos en muchos ejemplos, el victimismo, la queja permanente, el terrorismo, las huelgas, el vandalismo.

Lo curioso es que todas las cosas que se nos pueden ocurrir tienen un halo negativo y agresivo. Y esa es la preocupación, la enfermedad de la sociedad. Y además tiene difícil solución ya que la minoría no respetada, es decir, la minoría que no forma parte de una mayoría y que no tiene mecanismos de adaptación a la misma no es respetada y es de algún modo aplastada y aniquilada. La mayoría de los mecanismos que emplee para cambiar esa dinámica no tienen ningún efecto porque son ignorados por la mayoría o minorías mayoritarias. Y los mecanismos que sí que tienen efectos deslegitiman el primer fin que era el ganarse el respeto de la mayoría, con lo cual la medida es incluso contraproducente.

Como suele suceder en estos debates, sólo ha servido para analizar la situación pero no se ha podido dar ninguna solución. Parece que los conflictos entre minorías seguirán y al final siempre serán semilleros de agresiones de todo tipo de unas hacia otras.

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