Semana Santa Laica

Es lo último que quedaba por oír. No les bastaba con quitar todo sentido sacro al Matrimonio, convirtiéndole en una pantomima burocrática de acuerdo civil entre dos personas, y no más, con una especial protección por el estado, discriminando por tanto al resto de acuerdos civiles y a las personas que no llegan o no les es permitido el acuerdo civil.
Imagen: Laicismo

No les bastó con erradicar de la cultura occidental cualquier referencia a las raíces cristianas que son fundamentales para la concepción del liberalismo, el igualitarismo, la solidaridad y la justicia.

Ahora quieren hacernos creer que la Semana Santa no es un acto religioso sino que lo es civil. Son muchos los “intelectuales”, políticos y demagogos los que intentan vestir un hecho exclusivamente religioso, como es la conmemoración de la muerte y resurrección de Cristo, con tintes totalmente laicos. Dicen que es una manifestación popular de exaltación de la primavera, que es una fiesta cultural y popular y, lo mejor de todo, que las proclamas religiosas no tienen cabida.

Unos cuantos católicos que celebran la Semana Santa han querido expresar que les gustaría que las leyes civiles se vean influenciadas por su pensamiento religioso. Esto se puede criticar desde el punto de vista de que no se mezcle religión y política. Se puede o no estar de acuerdo, eso es harina de otro costal. Pero es que la crítica no ha ido ahí, sino en que los católicos se apropien de la Semana Santa.

En estos momentos en los que te crees cualquier cosa aún creía que cosas así no podrían pasar, pero la realidad no deja de sorprendernos. Hay gente que está defendiendo la liturgia de la Semana Santa como algo extrarreligioso y cualquier reivindicación religiosa como un exceso. En estos términos se plantea la situación, si los católicos se exceden al querer reivindicar su moralidad en las procesiones de Semana Santa. ¿Hasta dónde vamos a llegar? ¿Se pedirá que los católicos no hagan según qué comentarios en el interior de las Iglesias?

Lectores, el régimen ha decretado que la Semana Santa no es un hecho religioso y, por lo tanto, no se pueden hacer reivindicaciones morales religiosas en Semana Santa. Ahí es nada.

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