Lo de la cultura

Vamos a hacer hoy otro ejercicio de opinar sin tener ni idea del tema del que vamos a hablar. En este caso se trata de la industria cultural y, concretamente el cine. Hace unos 30 años el cine costaba unas 200 pesetas y hoy, salvo descuentos especiales, promociones y similar, suele costar entre 9 y 10 euros. Si tenemos en cuenta que en aquella época una persona joven de en torno a 26 años difícilmente superaba las 60.000 pesetas al mes y ahora, difícilmente llega a los 1.000 euros, tenemos que ahora si quieres ir un día al cine al mes, esa persona se gasta el 1% de su sueldo y hace 30 años aproximadamente el 0,33 %. 
Si vas a unas salas de cine hoy tienes dos opciones, o ir a una sala espectacular en las afueras de las ciudades a las que es difícil llegar en transporte público, aunque no imposible, muchas veces alejado del centro, o ir a salas pequeñas mucho más céntricas que a día de hoy son poco más grandes que los "home cinema" que te puedes agenciar en una oferta del Media Markt, teniendo en cuenta que una suscripción a un portal de vídeo por Internet te vale lo mismo que una sola entrada de cine.

Imagen: Finanzas Personales

Nunca entenderé por qué una película que ha tenido un coste de producción de 300 millones de euros tiene entradas al mismo precio que películas de cine de autor libanés, más teniendo en cuenta que en una se llena la sala durante un mes y la otra estás en el cine con dos o tres personas más y a la semana ya la han quitado porque no tiene más demanda. Sin tener ni idea, a mí sólo se me ocurre una explicación, que es que no existe mercado y, por lo tanto, el precio está regulado-intervenido.
Claro, si obligas a las salas a proyectar una serie de días cine de baja demanda y al mismo precio que el cine de alta demanda, obviamente tendrás que subir el precio, ya que las pérdidas del cine impuesto las tiene que asumir el cine de alta demanda, perjudicando gravemente al consumidor.
Se ha culpado al IVA de este hecho, pero seamos razonables, en una entrada de 8 euros de base imponible, si tenemos el 10% de IVA el precio final se irá a 8,80 euros y si es el 21% a 9,68. Aunque puede tener un efecto en la demanda agregada del sector, realmente no creo que sea el principal factor que influye en los precios desorbitados, más si cabe que antes de la subida del IVA del cine, ya los precios eran brutales, y no he notado diferencia real entre el precio después de la subida y después de la vuelta a la situación inicial; es decir, la industria asumió el coste en su momento.
Lo que sí que me queda claro son cuentas que he visto. Si tengo una sala de cine mediana, de 200 personas y tengo ocupadas la mitad de la sala y vendo las entradas a 10 euros, obtengo una recaudación de 1.000 euros. Si hago una rebaja a 5 euros y vendiese las 200 entradas, tendré también una recaudación de 1.000 euros, con la peculiaridad de que mi costes son, hoy en día, muy similares. El tema es, ¿pueden la salas hacer políticas de precio? Yo no lo sé, pero no creo que en el sector sean imbéciles, y si no lo hacen es porque no podrán hacerlo y apuesto a que es por temas legales, pero realmente no lo sé.
Hay muchas más características del sector, pero tampoco quiero aburrir más, pero la idea que tengo es que me parece cuanto menos curioso que las salas estén casi vacías en muchas sesiones y en muchas películas mientras que en otras películas los cines se llenan y, sin embargo, esas sesiones y esas películas tienen el mismo precio, en general, que las otras sesiones, lo que resulta completamente ineficiente y es el verdadero problema de generación de dinero en el sector y que denota una más que posible y fracasada política de intervención pública.

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